El uso de las redes sociales como elemento de comunicación dentro de la empresa presenta aún algunos inconvenientes que provocan cierto recelo en no pocos directivos. El miedo a que suponga una distracción mayor que las ventajas que aporta en comunicación es uno de ellos. Sin embargo, las redes sociales adecuadamente gestionadas permiten una nueva manera de hacer las cosas en determinadas funciones empresariales, como son la función de marketing o la función de innovación, a la que me voy a referir a continuación.
La naturaleza de las redes sociales las hacen idoneas para integrarse en las primeras etapas del proceso de Innovación de una empresa como uno de sus elementos estrella –que no único, desde luego–, gracias a tres características: son profundamente participativas, es el propio interés de los usuarios el que las mantiene vivas y se filtran en cualquier estructura tradicional sin competir con ella.
Es decir, cumplen a la perfección algunos de los requisitos de un sistema de innovación abierto a las personas (empleados, clientes, partners…): movilizar a los participantes –en este caso es aún mejor porque ya contamos con su interés–, favorecer la ‘transpolinización’ y evitar en lo posible que el proceso de generación de innovaciones entre en competencia con el resto de procesos ordinarios de la empresa.
En este sentido el formato de redes sociales es muy interesante en las fases de alineamiento con los objetivos de innovación y de generación de ideas. Eso significa manejar la temática de la red, o lo que es lo mismo, los objetivos con los que deben alinearse, así que una de las claves para su aprovechamiento será la habilidad de cada empresa para encontrar objetivos capaces de movilizar a las personas.
Creo que el uso de las redes social es básico hoy en día para la mayoría de las empresas, de hecho, un reciente informe realizado en UK, sugiere que las empresas que han adoptado los medios de comunicación social tienen muchas más posibilidades de acrecentar su volumen de negocios, que aquellas que no las emplean. Los consumidores se enfrentan a las empresas de modo que la comunicación se hace mucho más regular e íntima, lo que genera confianza y credibilidad.
Gracias por tu comentario, Nico.
Las redes sociales suponen un flujo enorme de información. Al igual que una gran avenida de agua aporta «alimento» a los campos para que el cultivo sea más productivo, las redes sociales aportan buena parte de la información que la empresa necesita para tomarle el pulso a sus clientes y al mercado (desde un punto de vista de MKT), o a los miembros de la empresa (desde un punto de vista de gestión de personas) o a los canales de distribución y sus necesidades, etcétera, o como bien comentas puede generar credibilidad y confianza.
No obstante, al igual que ocurre con esa gran avenida de agua, es imprescindible gestionarla y encauzarla adecuadamente si no queremos ver nuestros campos empresariales anegados y empantanados (por ejemplo, puede generar falta de credibilidad). Creo que esa es la clave.
Un saludo,
Juan
Sin duda, si hay una red social dentro de una empresa, esa debe ser de generación de ideas. Saludos